«Earthing» significa «conexión a Tierra» o «conexión con la Tierra». Es decir, mantenerse conectado con la Madre Tierra. Otro término utilizado para referirse a este concepto es «Grounding».
Durante los 3.600 millones de años, aproximadamente, que lleva la vida sobre la Tierra, ningún ser vivo, incluido el ser humano ancestral, ha podido escapar de esta conexión hasta que el ser humano moderno inventó la suela sintética. Habernos desconectado de Ella, ha traído consecuencias indeseables en nuestra salud. Nuestros pies descalzos, cuya planta es un rico entramado de terminaciones nerviosas, apenas tocan el suelo. Sin embargo, nuestro organismo siempre estuvo conectado a Tierra.
Es importante comprender que la Tierra es un planeta vivo, repleto de energías naturales. Estas frecuencias naturales se producen por los movimientos de las partículas subatómicas portadoras de carga negativa llamadas «electrones libres». La exposición de nuestros pies descalzos al suelo nos suministra un «nutriente» esencial en forma de dichos electrones. La superficie de la Tierra es la mayor donante de electrones libres y de más fácil acceso para todas las especies vivas. Caminar descalzos al aire libre, recogiendo estas partículas subatómicas, nos aporta SALUD, ya que protege de forma natural nuestro sistema bioeléctrico, corrige la inestabilidad eléctrica del cuerpo y subsana la deficiencia de electrones en nuestro organismo.
Los trabajos e investigaciones de personas como Clinton Ober, Stephen T. Sinatra, Martin Zucker, Roger Applewhite, entre otros, han servido para respaldar los beneficios de la conexión a Tierra a través de la ciencia. Otras personas, como Carlos y Ricardo Stro, están haciendo una gran labor de investigación y difusión científica para hacer consciente a la gente de que practicar «earthing» es un pilar fundamental si uno quiere mantener o recuperar la salud. En su libro «Supervivir», recogen los beneficios otorgados a este estado por defecto de las especies vivas sobre la Tierra, que se han descrito en la literatura científica. Resumo: «Earthing» protege frente a las frecuencias electromagnéticas artificiales gracias al efecto paraguas que se produce al pisar descalzo la Tierra; disminuye la inflamación; elimina o disminuye el dolor crónico; regula los niveles de cortisol (hormona del estrés); regula los ritmos circadianos; mejora el sueño; disminuye los síntomas menstruales; reduce o elimina el jet lag; acelera los procesos curativos; previene las úlceras; alivia tensiones musculares, dolores de cabeza y migrañas; mejora el flujo sanguíneo, por lo que protege de la hipertensión; aumenta los niveles de energía y la recuperación tras ejercicio intenso; etc.
Es decir, practicar «earthing» al menos treinta minutos al día de forma consciente nos protege de los peligros del mundo moderno. Los mejores lugares para descalzarte y pisar la Tierra son la playa, la hierba y la tierra. Y si las superficies están mojadas mejor que mejor, ya que el agua es un excelente conductor por lo que la recolección de electrones libres aumenta.
¿A qué estás esperando para descalzarte y probar el poder de la conexión a Tierra?
¡Te damos la bienvenida a la tribu de los pies sucios! 😉
